Formada por tres latinas que se identifican como femme (mujeres lesbianas), Femme Defensa está abordando la falta de apoyo por parte del gobierno en los barrios de Pilsen y La Villita de Chicago ayudando directamente a los más necesitados.
Este artículo, publicado originalmente en inglés por Borderless Magazine está disponible en español gracias al proyecto “Traduciendo las noticias de Chicago”, del Instituto de Noticias Sin Fines de Lucro (INN).
Por April Alonso
En mayo de 2019, una mujer de Chicago de 36 años llamada Elizabeth Martínez desapareció. Fue vista por última vez en Pilsen y fue encontrada a salvo casi ocho meses después. Aunque la policía no dio a conocer los detalles de su desaparición, muchos residentes de Pilsen y La Villita pensaron que ocurrió en medio de una serie de intentos de secuestro e incidentes de violencia de género en sus vecindarios.
Kari*, un miembro de la comunidad, sabía que no se trataba de incidentes aislados y que las personas que se identifican como femme (mujeres lesbianas) en el vecindario necesitaban protección. En octubre de 2019, ella y otras personas que se identifican como femme y sobrevivientes de violencia de género se unieron para formar el grupo Femme Defensa. El grupo apoya a todo individuo que se identifique como femme en Pilsen y La Villita, proporcionando herramientas y tácticas para mantenerse a salvo.
Por ejemplo, Femme Defensa ha ofrecido clases de autodefensa muay thai y también acompañamiento para cuando tengan que ir a una parada de bus o camino a sus casas. Sus miembros también han repartido paquetes con artículos para autodefensa y entrenado a personas para la intervención de transeúntes, particularmente tácticas de respuesta rápida para resistir los arrestos de ICE.
Cuando la pandemia surgió por primera vez en Chicago, Femme Defensa cambió su enfoque para distribuir alimentos a los residentes más necesitados en Pilsen y La Villita. El grupo luego extendió la ayuda a otros barrios en los lados sur y oeste de Chicago al percatarse que la falta de alimentos es una necesidad que continuará prevaleciendo aun después de la pandemia.
Borderless habló con las organizadoras de Femme Defensa, Mari Posa* y Pura*, sobre lo que significa responder a las necesidades de los vecinos y la importancia de crear comunidades sostenibles.
Pura: Creo que en el corto tiempo que Femme Defensa ha sido un grupo, hemos puesto mucho énfasis a varios problemas. Hemos abierto los ojos para tomar medidas sobre las cosas que suceden en nuestros vecindarios.
Los trabajos que hacemos van desde apoyar a alguien que está recién saliendo de una relación de abuso doméstico hasta responder a una necesidad inmediata como la vivienda, asistencia financiera o necesidades para los bebés e higiene.
Mari: Hay tantas necesidades fundamentales en la comunidad que todavía no han sido abordadas, desde personas que reciben alimentos hasta situaciones como acceso a una vivienda segura y asequible y acceso a un médico. También hay una necesidad en el hogar en lo que respecta la violencia doméstica. Las llamadas de violencia doméstica se han disparado durante la pandemia.
Hemos sido capaces de proporcionar apoyo directo a los sobrevivientes ayudando a las personas a escapar de situaciones de abuso y acompañando a las víctimas a obtener órdenes de protección, si eso es lo que quieren hacer.
Se trata de literalmente apoyar a la sobreviviente y tomar los pasos que quieran. Queremos trabajar con la persona para realizar sus metas a su manera.
Cuando ocurrió el COVID, estaba claro que lo que la gente necesitaba era comida. Eso se convirtió en el enfoque de lo que hacemos.
Una de las tareas principales que hemos estado haciendo desde febrero o marzo pasado ha sido recolectar donaciones de alimentos. Comenzó en el Parque Harrison y luego la colecta se trasladó a la oficina de la Alianza Pilsen, donde se convirtió en una tienda gratuita con una variedad de donaciones de alimentos, ropa, almohadillas, ropas para bebés y suministros.
Cualquier producto que sobre del almacén es usado para llenar el Love Fridge (Refrigerador del Amor) del cual nos inscribimos y está ubicado en la esquina de las calles W. 18th y S. Loomis. Hemos estado recaudando fondos para ir de compras para mantenerlo lleno. Los alimentos frescos y productos secos están disponibles las 24 horas, pero hay veces que hay paquetes de alimentos prefabricados. El refrigerador queda vacío casi todos los días. Ya lo dejé lleno dos veces esta semana.
También proporcionamos a las personas acceso directo a alimentos y recursos, servicios públicos, subsidios y cosas como esas a través de nuestra asociación con la [ayuda mutua] de la Red de Solidaridad de Pilsen.
Creo que nuestra presencia en la comunidad ha motivado a mucha gente a tomar la iniciativa a su manera. Mucha gente de la despensa que viene a nuestra tienda gratuita ahora nos ayuda en la tienda. Invitan a sus vecinos, o si saben que un vecino no podrá venir, ellos mismos llenan sus canastas.
La gente debe ser reconocida por las pequeñas cosas que hacen. Hacen todo lo posible para ayudar a otras personas a sobrevivir sus adversidades. Muchas de estas personas son adultos mayores quienes en realidad deberían estar en sus casas descansando.
Al final esto se trata de atención comunitaria. Solo el pueblo va salvar el pueblo.
Pura: Nuestro objetivo principal es asegurarnos de que nuestra gente sobreviva, y nos vamos a asegurar de hacer esto juntos. Traemos comida de Pilsen a La Villita para compartir. Traemos comida de Las Empacadoras para ayudar al consejo de jóvenes Chi-Nations Youth Council. Todo empieza con un simple mensaje, y desde ahí todo crece y podemos ver quiénes son capaces de ayudar más. Eso abre la puerta a otras personas que simplemente se conectan con nosotros y nos dicen que están interesados.
Le preguntamos a la gente: “¿Qué necesitas?”, no necesariamente le decimos a la gente que esto es lo único que podemos hacer por ellos. Tratamos de trabajar de acuerdo a sus necesidades. Creo que hay una diferencia entre cómo funciona el gobierno y cómo operamos nosotros para satisfacer las necesidades en nuestra comunidad.
Mari: Habiendo tenido que ir a despensas de comida cuando era pequeña, yo veo este tipo de apoyo con otra perspectiva. Estoy tratando de asegurarme de que lo que hacemos sea hecho con dignidad y respeto, y que tratemos de avanzar con optimismo.
Más de alguna vez me han dicho, especialmente algunos de nuestros sobrevivientes, que se han puesto en contacto con tantas grandes entidades y organizaciones sin fines de lucro en Chicago. Me dicen, “Nadie ha contestado el teléfono. Nadie me ha llamado de vuelta. Nadie me ha proporcionado ayuda financiera. Nadie”.
Eso me sorprende… Que estas organizaciones con grandes fondos tal vez no tengan más respuestas que nosotros.
Existen suficientes sistemas para que nuestras vidas no sean tan difíciles como son en este momento. El costo de los alimentos y el acceso a los alimentos—alimentos saludables y alimentos que son apropiados para nuestras comunidades—es una de nuestras barreras a la sostenibilidad. Porque cuando pienso en la sostenibilidad pienso en dos palabras: oportunidad y acceso. Necesitamos esas dos cosas para que tengamos ese intercambio de vecino a vecino.
Pero la cadena está tan corrupta. En todos los niveles, alguien está tratando de beneficiarse cuando se trata de algo que proviene de la tierra, y que literalmente puede ir directamente a la mesa de alguien.
Llegamos a un punto en el que dijimos, “Al carajo, hagamos nuestro propio cultivo”. Así que ahora mismo tenemos un terreno en La Villita que un amigo nos está permitiendo que lo convirtamos en una especie de rancho para nosotros mismos. Ese será nuestro nuevo proyecto para este próximo año para ayudar a mantener la despensa de alimentos. Y siempre vuelvo a esta idea que leí en alguna parte: La independencia extrema es como una respuesta al trauma. Nos resistimos al marco traumatizante y a las estructuras del capitalismo y la supremacía blanca.
Pura: Volviendo a la sostenibilidad, nos hemos referido varias veces a Pilsen con esta obra, pero en realidad es un trabajo que se extendió a Cicero, Las Empacadoras y Gage Park. Este trabajo ha avanzado lo más posible en lo que respecta a las necesidades que hay y todo lo que hacemos para atraer atención comunitaria. Es por eso que necesitamos el apoyo de nuestra comunidad, y el apoyo de las personas que nosotros ni siquiera conocemos. Estamos en esto juntos.
Mari: Me gustaría poder volver a un lugar donde pueda realizar directamente un servicio a la persona que lo necesita al otro lado de la calle o al otro lado de la manzana.
Espero que la gente vea que no necesariamente uno tiene que ser alguien con dinero, un título, o que tenga acceso a todo tipo de maquinaria para hacer algo positivo en su vecindario o para una compañera.
Solo son tres sobrevivientes femme las que forman Femme Defensa, quienes siguen luchando por hacer lo mejor que pueden para el bien de otros. Estamos tratando de poner las cosas que tenemos juntas con el fin de hacer nuestras vidas mejores, y las vidas a nuestro alrededor mejor.
*Los nombres han sido cambiados para la seguridad de los entrevistados.
Traducido por Marcela Cartagena