Este artículo, publicado originalmente en inglés por Borderless Magazine, está disponible en español gracias al proyecto “Traduciendo las noticias de Chicago”, del Instituto de Noticias Sin Fines de Lucro (INN).
Por Alexandra Arriaga
Nada podría ser peor que estar en prisión. Eso es lo que piensa Lester*, un inmigrante guatemalteco quien se contagió con el COVID-19 un poco antes de ser liberado en septiembre. Después de estar aislado en un hotel, fue obligado a cubrir todo el costo de su estadía.
Pero los tres meses que pasó en un centro de detención de inmigrantes tratando de averiguar cómo pagar su fianza de $2,500 lo hicieron casi extrañar la prisión.
“Se suponía que iba a ser una espera”, dijo Lester sobre la detención en una cárcel en Woodstock, Illinois, donde estuvo recluido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, comúnmente conocido como ICE, por sus siglas en inglés. “Pero nos estaban alimentando con porciones pequeñas, y no estaban haciendo la cuarentena adecuadamente. El COVID se fue propagando hasta que los empleados del condado se agarraron el COVID, y estuvimos en nuestra habitación todo el día excepto una hora”.
Lester fue liberado del centro de detención de ICE el 5 de abril gracias al apoyo de la nueva Coalición del Fondo de Fianzas de Inmigración del Medio Oeste, que pagó su fianza. La coalición administra un fondo rotatorio que se utiliza para liberar a individuos como Lester de la custodia de ICE. Lester, a quien Borderless le está otorgando el anonimato por razones de seguridad, todavía está tramitando sus documentos de inmigración y se enfrenta a una posible deportación. Ahora podrá pelear su caso desde afuera.
Si bien Illinois aprobó recientemente una nueva ley que a partir del 2022 se pondría fin a la detención de inmigrantes en una cárcel del Condado de McHenry, entre otras cárceles, los inmigrantes continúan detenidos en cárceles aquí y en otras partes de la región. Durante la pandemia, estos centros de detención han presentado altos índices de infecciones de COVID-19.
La cárcel del Condado de McHenry mantuvo un promedio de 189 detenidos por día en el año fiscal 2020, según un informe del condado. De acuerdo con informes de ICE, dicha cárcel ha reportado 14 casos de COVID-19 entre inmigrantes detenidos con el primer caso reportado en julio pasado.
Según las experiencias relatadas por Lester, los inmigrantes en el Centro Correccional de Adultos del Condado de McHenry fueron tratados “como si estuvieras en prisión, o peor”.
“Solo somos detenidos de ICE, por lo que los oficiales del condado prácticamente no quieren tener nada que ver con nosotros. Nunca quieren ayudarnos”, dijo Lester.
En respuesta a una solicitud de registros, la instalación del Condado de McHenry dijo que a los detenidos se les ha proveído un plan de alimentación de 3,200 calorías diarias, antes y durante la cuarentena, pero que durante el periodo de la cuarentena algunas de las comidas fueron preenvasadas en lugar de ser preparadas en la cocina de dicha instalación. Los funcionarios afirman que las pautas del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) se siguieron junto con las recomendaciones del Departamento de Salud del Condado de McHenry antes, durante y después del aislamiento de cuarentena, y confirman que a los encarcelados se les permitió salir de sus celdas una hora al día durante el aislamiento.
Aun así, los organizadores aseguran que la pandemia los ha hecho tomar riendas del asunto con urgencia en lo que respecta al pago de las fianzas para ayudar a los inmigrantes que no tienen los recursos para pagarlas.
Disminuyendo brechas por medio de una red nacional
Fundada en octubre de 2020 por abogados y profesionales de organizaciones que abogan por los derechos de los inmigrantes, la Coalición del Fondo de Fianzas de Inmigración del Medio Oeste ha recaudado más de $35,000 para pagar la fianza de los residentes de Illinois, Indiana, Wisconsin y Kentucky. Cuando el caso de la corte de inmigración de una persona concluye, la coalición recibe un reembolso de la fianza por parte del gobierno para que luego esos fondos sean usados para pagar otras fianzas.
La coalición es parte de la Red Nacional de Fondos de Fianzas, su organización matriz que lleva cinco años en la labor que incluye más de 80 tipos de fondos para fianzas por diversos casos de índole criminal e inmigratoria. Si bien los fondos de fianzas para casos criminales generalmente se manejan en otras jurisdicciones separadas, los fondos de fianzas de inmigración a menudo han colaborado en todo el país para recaudar fondos para liberar a los encarcelados bajo el sistema de inmigración.
La Coalición del Fondo de Bonos para Inmigrantes del Medio Oeste es parte de un movimiento para poner fin al encarcelamiento masivo, dijo la directora de la Red Nacional de Fondos de Fianzas, Pilar Weiss.
“A la gente la pasan cambiando de un lado a otro todo el tiempo. Yo podría ser el blanco de ICE donde me pondrían en un centro de detención en California y a la semana siguiente podrían decidir trasladarme a un centro de detención en Ohio, y luego en Florida”, dijo Weiss. “Así que cuando tenemos coordinación a través de 40 fondos de fianzas de inmigración, uno puede depositarlo desde cualquier parte. Puedo ir a una oficina en San Francisco y depositar la fianza para alguien que está detenido en Illinois. Nos coordinamos bastante para juntar dinero”.
Los fondos de fianzas han existido durante mucho tiempo en los Estados Unidos, pero se han vuelto cada vez más urgentes en el último año. Las personas encarceladas se han visto afectadas desproporcionadamente por la pandemia, lo que significa que enfrentan mayores riesgos para la salud, además de otros posibles daños que se presentan cuando se está un tiempo prolongado entre rejas.
Aunque Illinois recientemente eliminó el pago de fianza con dinero en efectivo, los residentes de Illinois que están detenidos por el sistema federal de inmigración todavía tienen que pagar una fianza para ser liberados. Y mientras que las fianzas de la corte penal generalmente requieren que un acusado pague solo un porcentaje del monto de su fianza para ser liberado, las fianzas de inmigración deben pagarse en su totalidad y tener un monto mínimo de $1,500.
Libertad de condiciones “extremas”
La idea detrás de establecer una fianza es permitir que aquellos que enfrentan cargos criminales o de inmigración permanezcan fuera de la cárcel mientras esperan su juicio. Quienes abogan por poner fin a la fianza en efectivo aseveran que este proceso es un sistema inequitativo ya que permite que los ricos queden libres mientras que las personas sin recursos se quedan encarcelados. Mientras estos individuos permanecen detenidos a la espera de una decisión judicial, corren el riesgo de perder sus empleos, sus hogares e incluso sus hijos. Asimismo, los detenidos han estado más expuestos durante la pandemia.
“Sabemos que las condiciones en los centros de detención son terribles”, dijo Annie Chen, directora del programa de la Iniciativa de Seguridad y Equidad para Todos (SAFE, por sus siglas en inglés) del Instituto Vera de Justicia, un programa que trabaja con los gobiernos locales para implementar proyectos financiados con fondos públicos para la representación de casos de inmigración. “La gente a menudo está amontonada en pequeños cuartos con acceso limitado a la atención médica”.
Sin embargo, las cifras de detención de inmigrantes cayeron a un punto mínimo histórico a principios de este año, una caída que refleja el cierre parcial de la frontera entre Estados Unidos y México durante la administración de Trump en marzo de 2020, dijo Chen.
En enero, habían 15,415 personas detenidas por inmigración, la cifra más baja desde 1999, cuando habían 17,772 personas, según la Red de Vigilancia de Detenciones (Detention Watch Network). A pesar de las demandas por parte de los defensores de liberar a todos los inmigrantes detenidos y cerrar las instalaciones de ICE en todo el país, el número ha aumentado desde entonces. A finales de mayo, habían 21,519 personas detenidas por ICE.
La administración de Biden se resiste a disminuir la capacidad de ICE para detener a inmigrantes, según Chen. “Se perdió la oportunidad de reducir permanentemente las instalaciones y las camas. Ese no ha sido el camino que han tomado el Congreso y el Gobierno”, dijo. “Financiaron [el sistema de] detención de ICE a una cantidad ligeramente inferior, pero eso no va a cambiar radicalmente el panorama del número de camas que hay disponibles en los centros de detención de ICE”.
Desde octubre, la coalición ha pagado un total de $36,000 por la liberación de 13 personas cuyos montos de fianza abarcan entre $1,500 —el mínimo para las fianzas de inmigración— y $5,000. Los beneficiarios incluyen residentes que llevan viviendo un tiempo largo en el país y aquellas personas quienes son los principales contribuyentes de ingresos para sus familias. Hoy, la coalición continúa recaudando dinero con la esperanza de que puedan ayudar y liberar a más inmigrantes detenidos por inmigración.
“No nos importan las condenas”, dijo la organizadora de la coalición y abogada de inmigración Guadalupe Pérez. “Todo lo que nos importa es si [el individuo] tiene una fianza, y si tenemos los fondos, la pagaremos”.
Jorge*, un inmigrante de Puebla, México, fue una de las primeras personas en recibir ayuda de la coalición. Estuvo recluido en la cárcel del Condado de McHenry durante cinco meses antes de que la organización pagara su fianza de $4,000 dólares para luego ser liberado en febrero.
Jorge dijo que, gracias a su liberación, ha podido trabajar pintando casas y encontrar un nuevo apartamento para alquilar. Ahora el desea devolver el favor y donar a la coalición para que otras personas puedan ser liberadas.
“Estuve encerrado durante mucho tiempo. No se lo deseo a nadie”, dijo Jorge. “Gracias a Dios he podido volver a casa, he podido trabajar. Estoy bien y no quiero volver”.
El enfoque no discriminatorio de la coalición ha sido particularmente significativo para Lester y Jorge, quienes han tenido la oportunidad de volver a casa a pesar de sus cargos criminales y condenas anteriores.
“Lo veo de esta forma, ya hice mi tiempo”, dijo Lester. “No debí haber sido detenido como si fuera una sentencia completamente nueva”.
Alivio tras la lucha por nuevas reformas
El monto mínimo de una fianza es $1,500 que se implementa en todo el país. Sin embargo, los montos de la fianza penal pueden variar ampliamente según la jurisdicción y el juez. Un informe del 2018 de la Oficina de Acceso a la Información de Registros Transaccionales (Transactional Records Access Clearinghouse) de la Universidad de Syracuse encontró que los montos de las fianzas abarcaban entre $5,000 a $15,000, dependiendo de la ubicación de la corte.
La forma en que los jueces determinan las fianzas parece ser muy arbitraria, dijo Claudia Valenzuela, abogada del Consejo Americano de Inmigración.
“Los jueces aquí en Chicago están dispuestos a imponer fianzas de $2,000 o $3,000 y últimamente han aumentado a entre $5,000 y $6,000. Esto es preocupante, ver un repunte en las fianzas”, dijo. “Las fianzas alrededor del país pueden llegar a ser de hasta $20,000 o $25,000. Es exorbitante. Así que en Chicago no pareciera ser tanto, pero cuando eres indigente, incluso llegar a juntar $500 es extremadamente difícil”.
Los fundadores de la coalición ven su labor como algo fundamentalmente abolicionista, sirviendo a individuos que son castigados no solo por el sistema de inmigración sino también por el sistema de justicia penal.
“ICE es, después de todo, una agencia de policía. Son policías”, dijo Valenzuela. “Así como vemos problemas con la policía en general en los Estados Unidos debido a la conducta inapropiada, una mentalidad punitiva y el racismo, eso también va a suceder con ICE”.
Para Lester, el pago de su fianza le causó un gran alivio. En un momento dado, la sabía sobre los fiadores de fianzas comerciales que requieren garantías para pagar la fianza de una persona, pero nunca había oído hablar de un fondo recaudado por la comunidad.
“Estoy bastante seguro de que podría haber llamado a la mayoría de mi familia y haberles cargado [con dinero prestado], pero mis padres son de bajos ingresos. Mi papá está jubilado y tiene discapacidad por una lesión en el trabajo”, dijo.
Mientras Lester espera sus audiencias en la corte de inmigración, dijo que está agradecido de que el fondo de fianzas le haya dado la oportunidad de pasar tiempo en casa con su familia.
“Impactó inmensamente mi vida. Ni siquiera tengo una cuenta bancaria”, dijo. “Ahora puedo trabajar y mantener a mi familia, es como una bendición”.
*Los apellidos están siendo retenidos para proteger la seguridad de los entrevistados.
La Coalición de Fianzas de Inmigración del Medio Oeste acepta donaciones en su sitio web.
Traducido por Marcela Cartagena