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Mercado del Pueblo, el nuevo mercado de Humboldt Park, es ‘un sueño hecho realidad’ para los comerciantes locales

El Centro Cultural Puertorriqueño transformó una antigua lavandería en un mercado para así ayudar a los propietarios de pequeños negocios a lanzar sus carreras y atraer a más visitantes al Paseo Boricua, corazón de la comunidad puertorriqueña. 

Este artículo, publicado originalmente en inglés por Block Club Chicago, está disponible en español gracias al proyecto “Traduciendo las noticias de Chicago”, del Instituto de Noticias Sin Fines de Lucro (INN).

Por Mina Bloom y Hillary Flores, Block Club Chicago

HUMBOLDT PARK — Después de pasar meses vendiendo miel al menudeo en la parte trasera de una camioneta ubicada al lado del camino, Elías Bustamante y Ariana Romero —el dúo detrás de Chicago Honey Truck— se alistaban a principios del año pasado para abrir su propia tienda.

Entonces, llegó la pandemia.

“Los negocios estaban cerrando, especialmente los minoristas. Eso me hizo pensar dos veces abrir una tienda”, dijo Bustamante, quien vive en Humboldt Park. “Empecé a buscar cafés y restaurantes, pero para ellos las reglas cambiaron. Pensé que era lo más inteligente postergarlo”. 

Pero gracias a una organización local y a la Municipalidad, la travesía de la pareja no terminó allí. Ahora, junto con más de una docena de otros empresarios y comerciantes locales, venden sus productos en un nuevo mercado. 

El Centro Cultural Puertorriqueño ha transformado lo que era una lavandería —ubicada en las calles Division y Rockwell— en un mercado llamado el Mercado del Pueblo, para así ayudar a pequeños empresarios como Bustamante y Romero a iniciar sus carreras y de paso, para durante la pandemia atraer a más personas al Paseo Boricua, corazón de la comunidad puertorriqueña de Humboldt Park.

Para abrir el mercado bajo techo y ubicado en el 2559 W. Division St., la organización recibió dinero a través del programa INVEST South/West de la Municipalidad; invita a propietarios de pequeños negocios y emprendedores a establecer una tienda sin cobro de alquiler. Es una extensión de ¡WEPA! Mercado del Pueblo, el mercado al aire libre que los líderes de la organización lanzaron en la primavera de 2019.

Nadya Henríquez, del Centro Cultural Puertorriqueño, dijo que el mercado bajo techo es una respuesta directa a la pandemia que ha impedido que los pequeños empresarios hagan crecer sus negocios y que ha obligado al cierre de muchas tiendas familiares establecidas.

“Sabíamos que los pequeños negocios se vieron afectados. Nuestros empresarios también se vieron afectados. Nos propusimos tener el objetivo de realmente ayudar”, dijo Henríquez.

El Mercado del Pueblo celebró su gran apertura la primera semana de febrero. El mercado está abierto de 4 a 8 p.m. los viernes y de 10:30 a.m.-5 p.m los sábados y domingos. La mayoría de los vendedores son empresarios latinos y negros que viven en Humboldt Park y sus alrededores, y que eventualmente esperan abrir sus propias tiendas.

Cayita Suren, que vivió en Humboldt Park durante muchos años antes de mudarse a West Town, vende en el mercado diademas tejidas a mano, bufandas y guantes.

Suren aprendió a tejer a una edad temprana, ayudando a su abuela a coser ropa interior de una fábrica en Nueva York. Desde entonces, ha soñado con abrir su propia tienda, donde podría vender sus productos y enseñar a la gente a tejer. Nunca pensó que fuera posible, hasta que se le presentó la oportunidad en el Mercado del Pueblo.

La oportunidad llega después de lo que fue un verano de pérdida extrema para Suren. Cuatro de sus familiares murieron por complicaciones de COVID-19: dos hermanas en Chicago y un cuñado en Puerto Rico, de donde es originaria su familia.

Suren dijo que tejer y vender sus creaciones en el mercado es tan catártico como agradable.

“Al sentarte, tejer y hacer ganchillo, te concentras más en lo que estás haciendo. No te dejará pensar en todas estas otras cosas”, dijo.

El mercado también es una manera para que Suren mantenga vivo el espíritu de su hermana. Antes de morir, la hermana de Suren, Nancy, hizo comida puertorriqueña y pasteles para el mercado al aire libre. Suren dijo que se levantaría a las 5 a.m. para ayudar a su hermana a cocinar y llevar la comida al mercado.

“Fue algo hermoso”, compartió Suren. “Hizo empanadas, sofrito, fajitas, tacos; cocinaba mucho. Horneó un pastel de piña.”

Ahora Suren sigue los pasos de su hermana y vende sus propias creaciones caseras.

“Ha sido un sueño hecho realidad, me dieron la oportunidad”, agregó. 

Miriam Aguilera, una inmigrante mexicana, vende en el mercado pulseras, pendientes, crucifijos, tazas pintadas a mano.

Aguilera comenzó a hacer pulseras y a pintar tazas hace aproximadamente 10 años después de que su hijo fuera diagnosticado con autismo. Contó que los médicos le recomendaron encontrar un pasatiempo para aliviar el estrés con su hijo entrando y saliendo a terapia.

“Fue un escape, mi terapia; al mismo tiempo me empoderé, ya que tuve que renunciar a mi trabajo”, compartió. 

Aguilera, que vive en el suburbio de Cicero, ya había vendido antes en otros mercados y frente a una iglesia de Pilsen. Pero el Mercado del Pueblo es su primer trabajo estable, una “gran bendición”, aseguró.

El mercado de Humboldt Park es la principal fuente de ingresos de la familia Aguilera. Hace poco su esposo perdió su trabajo debido a la pandemia y elaborar “las artesanías mexicanas nos rescataron”.

“Ahora tengo un ingreso estable”, dijo. “Sé que el viernes, sábado y domingo tengo un trabajo al que ir y piezas que elaborar”.

Henríquez dijo que el Mercado del Pueblo es algo único porque los vendedores pueden vender sus productos y recibir asesoramiento y recursos para hacer crecer sus negocios y sobresalir por su cuenta. La incubadora se financia a través del Fondo de Mejoramiento de Pequeñas Empresas de la Municipalidad.

Bustamante y Romero dijeron que obtuvieron una licencia comercial con la ayuda del centro de recursos. También por medio del programa, planean tomar clases de mercadotecnia.

Es una comunidad emergente que puede unirse para apoyar a otros empresarios. Hace dos fines de semana, el mercado organizó una recaudación de fondos para un artista local que está luchando por pagar sus costosas facturas médicas después de someterse a una cirugía cerebral.

El objetivo más amplio es hacer del mercado un lugar fijo para el Paseo Boricua y en Humboldt Park, que en los últimos años ha perdido parte de su identidad puertorriqueña a medida que se afianza la gentrificación, dijo Hendriquez.

“Hay mucha historia en el Paseo Boricua, y obviamente la gentrificación siempre es una amenaza para nuestra comunidad”, detalló. “Parte de ser tan firme sobre la protección del Paseo Boricua es que otras personas, los hijos de las personas que están aquí y ahora, pueden tener algo en el futuro y no sólo decir, ‘Yo crecí en Humboldt Park y ya no queda nada de la comunidad puertorriqueña’”, sentenció.

“Así que vuelven y todavía tienen algo que pueden llamar hogar… Hay mucha historia, cosas que han pasado aquí, artistas increíbles, mucha cultura y solo queremos seguir creciendo y haciéndolo mejor para que la gente pueda quedarse”.

Traducido por Gisela Orozco

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