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En Chicago, algunos estudiantes negros y latinos son inscritos automáticamente a clases impartidas por militares

Este artículo, publicado originalmente en inglés por Chalkbeat Chicago, está disponible en español gracias al proyecto “Traduciendo las noticias de Chicago”, del Instituto de Noticias Sin Fines de Lucro (INN).

Por Alex Ruppenthal   

Trevor Reed no eligió inscribirse en la nueva clase de ciencias militares de la escuela Dr. Martin Luther King Jr. College Prep, ubicada al sur de Chicago. Sin embargo, acabó en ella.

Al igual que él, cada año otros cientos de estudiantes de Chicago, de la escuela King y de al menos otras nueve secundarias predominantemente negras y latinas, son inscritos automáticamente en el Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de la Reserva Junior (JROTC, por sus siglas en inglés), clase diseñada en parte, para reclutar a estudiantes en la milicia, según muestran datos y entrevistas. Esa práctica está siendo investigada por el inspector general del distrito escolar.

Por citar un ejemplo, el otoño pasado todos los 110 estudiantes de la clase de primer año de King terminaron inscritos en JROTC, quisieran o no.

La información obtenida del distrito muestra un patrón claro: la inscripción automática ocurre en las escuelas secundarias más pequeñas ubicadas en el sur y oeste de la ciudad que sirven a un cuerpo estudiantil mayoritariamente de bajos ingresos. Las escuelas secundarias más grandes ubicadas en el norte, donde más estudiantes son blancos, tienen porcentajes significativamente más bajos de estudiantes de primer año matriculados en el programa.

El debate sobre los beneficios y riesgos de los programas JROTC no es algo nuevo, pero la práctica de inscribir automáticamente a los estudiantes en algunas escuelas de Chicago ha causado que el programa esté bajo escrutinio, lo que ha provocado que algunos padres y educadores pidan cambios en la forma en que los estudiantes están siendo matriculados.

El retroceso se produce en medio de un ajuste de cuentas racial a nivel nacional que ha traído a la luz cómo es que las comunidades negras son vigiladas y vistas y cómo se trata a los estudiantes de color. El sistema de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) se ha comprometido a abordar las disparidades raciales dando acceso a programas de preparación para la carrera y la universidad que faltan en las escuelas con insuficiente financiación y donde los programas del JROTC por lo general, llenan ese vacío.

Dentro de CPS, el 94% de los estudiantes del JROTC son negros o latinos; esos estudiantes representan el 83% de la matrícula total, según datos de CPS. A nivel nacional, más de la mitad de los aproximadamente 550,000 estudiantes del JROTC son estudiantes de color.

“Él nunca se inscribió al programa”, dijo Tineeka Reed, madre de Trevor Reed.  “Que admitan en esas clases a niños que no quieren tomarlas, me preocupa. Se supone que las escuelas están enfocadas en los estudiantes. ¿Por qué no escuchamos a los estudiantes?”.

Inscripción predeterminada, solo en algunas escuelas

La práctica de matricular automáticamente a los estudiantes en el JROTC ha sido planteada varias veces con los líderes de distrito, quienes aún no han detenido dicha práctica, según copias de correos electrónicos del distrito y entrevistas con estudiantes, maestros, padres y miembros del Consejo Escolar Local.

JROTC es una clase diaria sobre ciencia militar, desarrollo de liderazgo y ciudadanía que busca “crear actitudes e impresiones favorables” hacia los servicios armados y las carreras militares, en parte, mediante la presentación de reclutadores militares para visitas regulares. El programa es popular entre los estudiantes y promovido como un medio para fomentar la  confianza y enseñar habilidades valiosas de liderazgo.

Pero también ha sido ampliamente criticado por concentrarse en escuelas con pocos recursos, con una matrícula considerable de estudiantes negros y latinos y por dirigir a los adolescentes hacia carreras militares, alejándolos de otras oportunidades educativas o laborales.

James Gherardi, portavoz de CPS, dijo en un correo electrónico que el programa es “voluntario”, pero reconoció que en algunas escuelas se dio la inscripción predeterminada. 

“JROTC es un programa voluntario de CPS abierto a estudiantes en muchas escuelas secundarias de todo el distrito”, aseguró. “El distrito está consciente de que algunas escuelas han matriculado a estudiantes en el JROTC como un curso predeterminado y que esos estudiantes tienen la capacidad de elegir no participar en el programa”.

En una entrevista, el Coronel retirado Daniel L. Baggio, quien es el jefe del Departamento de Liderazgo del JROTC de CPS, dijo que los procedimientos de inscripción al JROTC son decididos individualmente por las escuelas. Se les pide a los padres que firmen una declaración dando permiso a sus estudiantes para que participen.

“Los padres están informados desde el principio”, agregó Baggio. Pero enfatizó: “No estoy en todas las aulas”.

Sin embargo, Reed, la madre de King, dijo que no recibió un formulario de permiso para su hijo, que tenía 17 años cuando comenzó la clase de JROTC.

Después de que en abril pasado Chalkbeat cuestionara sobre la inscripción automática al JROTC, la Oficina del Inspector General de CPS abrió una investigación sobre esta práctica.

“La Oficina del Inspector General (OIG, por sus siglas en inglés) ha iniciado una revisión de los procedimientos de inscripción al JROTC para asegurar el cumplimiento de CPS con todas las autoridades pertinentes y que los estudiantes y familias tengan acceso fácil a la información sobre cuáles son sus opciones”, dijo en un comunicado Will Fletcher, inspector general de CPS.

Una práctica frecuente en escuelas secundarias pequeñas

A pesar de que la matrícula ha disminuido en los últimos años, CPS todavía afirma tener el programa JROTC más grande del país, con más de 7,800 estudiantes matriculados este año en 44 escuelas, por lo que es un motivo de orgullo para el distrito y para la alcaldesa Lori Lightfoot. La mayoría de los programas están afiliados al Army, aunque unas cuantas escuelas de escuelas tienen programas del Navy, la Fuerza Aérea o la Marina.

Los estudiantes de Chicago son mucho más propensos a ser inscritos en el JROTC   —ya sea voluntariamente o de otra manera  — que los de otros lugares en Illinois. Los estudiantes de CPS representan a casi tres de cada cinco de los participantes del JROTC en el estado, según los datos de la Junta Estatal de Educación de Illinois.

Los datos de inscripción al JROTC proporcionados por CPS, muestran que todos o un gran número de los estudiantes de primer año están inscritos en el programa en siete escuelas secundarias pequeñas y predominantemente negras ubicadas en el sur y oeste de la ciudad  —Bowen, Fenger, Harlan, Julian, King, Manley y Michele Clark  — junto con Kelvyn Park, Gage Park y Spry Community Links, tres escuelas donde la mayoría de los estudiantes son latinos.

La mayoría de las escuelas tienen otros factores en común: índices de graduación por debajo del promedio de distrito y patrones de disminución de la matrícula. Debido a que las escuelas tienden a tener menos estudiantes, son incapaces de ofrecer muchos programas electivos y extracurriculares como lo hacen las escuelas más grandes. Eso deja al JROTC, que está subvencionado por el Army, como una opción convincente y en algunos casos, como reemplazo de clases tradicionales como es la clase de educación física.

Natasha Erskine, ex participante de la clase de JROTC de CPS y  veterana de la Fuerza Aérea de EE.UU. y quien se volvió activista en contra la guerra, dijo que la concentración de programas de JROTC en las escuelas predominantemente negras y latinas plantea preocupaciones similares como son el exceso de presencia policiaca en escuelas con estudiantes de color, cuestión que durante el año pasado fue objeto de un nuevo escrutinio.

Luego que el año pasado algunas escuelas de la CPS votaran para retirar a los agentes de policía de los planteles, las escuelas exploran alternativas a la opción de tener a miembros de la policía en sus edificios, esto como parte de una revisión a nivel distrital de los planes de seguridad escolar. No ha habido ningún esfuerzo formal para eliminar o reducir el JROTC.

De hecho, algunos líderes escolares, como el director de King College Prep, están adoptando el programa.

El debate en un plantel

En King, después de que en junio la Junta de Educación de Chicago votara para aprobar un nuevo programa JROTC del Army, todos los estudiantes de primer año en la escuela secundaria del sur estaban inscritos automáticamente, según los profesores de King y miembros del LSC. Más del 95% de los estudiantes de King son negros.

“No seleccionaron el programa”, dijo un maestro de King que pidió el anonimato por temor a represalias. “Involuntariamente fueron dejados en el programa”.

Brian Kelly, director de la secundaria King dijo que aproximadamente 100 estudiantes de primer año de una clase de 110 personas, permanecen inscritos en el JROTC, que hasta hace poco se enseñaba en línea debido a la pandemia de COVID-19. Destacó que los estudiantes que no quieran participar pueden ser removidos de la clase y recordó que 8 de 10 optaron por no participar.

Pero el maestro de King dijo que “muchos padres no sabían que podían hacerlo”.

Baggio, el director de JROTC en CPS, agregó que su departamento no hace un seguimiento del número de estudiantes que optan por no participar en el programa. Los directores de las otras nueve escuelas donde todos o un gran número de estudiantes de primer año están inscritos en el JROTC o bien, enviaron las preguntas a los portavoces de CPS o no respondieron a correos electrónicos o mensajes telefónicos.

Kelly, defensor del programa, dijo que el programa ayuda a los estudiantes a desarrollar habilidades organizativas y a ser responsables. Destacó que el programa también ayudará a King a atraer más estudiantes después de años de disminución en su matrícula.

“Se trata de brindar diferentes oportunidades a los estudiantes para así prepararlos para el éxito luego de la secundaria”, dijo el director.

Los programas del JROTC también pueden resultar atractivos para los dirigentes escolares, en parte porque los sueldos de los instructores están subvencionados por las ramas militares. Debido a que las clases del JROTC cuentan como créditos de educación física, los directores pueden recortar uno o varios puetos de profesores de educación física y usar el dinero ahorrado en otras áreas. Los estudiantes que no están matriculados en educación física se matriculan en el JROTC o en otras clases alternativas, si es que las escuelas las ofrecen.

El año pasado, King tuvo tres maestros de educación física trabajando a tiempo completo. Este año, solo tiene uno, según información de CPS y la obtenida en entrevistas.

Wiley Johnson, padre de familia de King y presidente de su Consejo Escolar Local, son grupos de gobierno electos que abogan por el gasto y la selección del director, dijo que las escuelas no deberían tener que depender de los programas del JROTC para ayudar a equilibrar sus presupuestos.

“Si tienes 18 años y quieres unirte a las fuerzas armadas porque quieres luchar por tu país o porque crees en los beneficios adicionales que se derivan de ser un veterano, estoy a favor”, expresó Johnson. “Sin embargo, cuando tenemos a niños de 13 o 14 años de edad siendo colocados en clases de JROTC y siendo preparados hasta que tengan 17 o 18 años para una vida en el Army, eso me parece realmente desafortunado”.

Antes de aprobar el programa JROTC de King, Johnson destacó que el distrito negó la solicitud de la escuela para un programa pre universitario de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). 

“[Con eso] están diciendo que mi hijo no es lo suficientemente bueno para tener un programa [pre universitario]  en su escuela que podría beneficiarle a corto y largo plazo, pero que está bien empujarlo al Army”, dijo Johnson. “Como padre, eso realmente me molestó”.

El director de King dijo que no le preocupaba que sus estudiantes fueran reclutados para alistarse en las fuerzas armadas.

“No me parece una preocupación”, dijo Kelly. “No estoy tratando de lograr que más personas se unan al Army. Estoy tratando de prepararlos para la vida cívica”.

El impulso a la expansión a nivel nacional

La inscripción automática o involuntaria en el JROTC no es algo exclusivo de Chicago, aunque no está claro qué tan extendida está la práctica.

Un portavoz del Comando de Cadetes del U.S. Army, que supervisa la operación JROTC del Army, dijo que el departamento no establece la política de inscripción para los distritos escolares y que los programas JROTC son gestionados exclusivamente por las escuelas y distritos anfitriones.

En 2005 y 2008, los distritos escolares de Buffalo, Nueva York y San Diego fueron atacados por matricular automáticamente  a los estudiantes en el JROTC. El distrito de Buffalo violó una disposición de la ley de educación estatal de Nueva York que requiere el consentimiento escrito de los padres. Illinois parece no tener tal requisito.

Seth Kershner, investigador de la Universidad de Massachusetts Amherst que estudia el papel de los militares en la educación pública, dijo que en las décadas de 1960 y 1970 los estudiantes de secundaria y otros, se organizaron para anular la inscripción obligatoria al JROTC en ciudades como Atlanta, Memphis, Nueva York y St. Louis.

Más recientemente, las escuelas que exigen la participación en el JROTC han sido menos abiertas sobre la práctica, dijo Kershner.

Actualmente se realizan esfuerzos para impulsar en todo el país la inscripción en el JROTC. Un proyecto de ley presentado el año pasado ante el Senado de EE.UU., tiene como objetivo duplicar el número de programas de JROTC, de  3,400  que hay actualmente a aproximadamente 6,000. 

Dos legisladores que apoyan el esfuerzo, el congresista Mike Gallagher, representante de Wisconsin, y el congresista Mikie Sherrill, representante de Nueva Jersey, dijeron el año pasado en un artículo de opinión que hacerlo “aumentará las oportunidades para que más estadounidenses sirvan a su país”, especialmente en “comunidades rurales y urbanas desfavorecidas, donde los jóvenes anhelan un futuro con propósito”.

A nivel nacional, la investigación muestra que el 40% de los estudiantes que participan en el JROTC durante tres años se inscriben en una academia de servicio, se matriculan en un programa de ROTC universitario o se enlistan en las fuerzas armadas. El Army descubrió que los estudiantes de las escuelas secundarias con programas del JROTC tienen más del doble de probabilidades de enlistarse después de graduarse.

El Army cita datos que muestran que los estudiantes del JROTC en todo el país superan a sus compañeros en las tasas de asistencia, graduación y promedio de calificaciones y que son menos propensos a mostrar “indisciplina”.

“Le hacemos mucho bien a estos niños en Chicago”, dijo Baggio, Coronel retirado del Army que dirige el departamento de JROTC de CPS, citando datos que muestran que los estudiantes del JROTC completaron 302,000 horas de servicio comunitario durante el año escolar 2018-19.

 “Nos consideramos un faro de luz. Mantenemos a los cadetes fuera de la calle. Están haciendo actividades saludables después de la escuela. Los hemos introducido a [materias] como la robótica y cosas relacionadas con STEM. Estas son habilidades que los guiarán a través de su vida”.

Esa visión del programa origina preocupación para críticos como Erskine, quien dice que la práctica de inscripción forzada lleva a la suposición de que los estudiantes negros y latinos “necesitan disciplina de parte de los militares”.

“Eso también es problemático”, destacó Erskine.

Popular entre los estudiantes

La investigación es variada en cuanto a si la participación en el JROTC está vinculada a la mejora de los resultados de los estudiantes y en qué medida. Pero a pesar de las quejas sobre la forma en que algunos estudiantes están matriculados, JROTC ha sido popular entre muchos estudiantes de Chicago.

Brianna Gordon, ex estudiante del JROTC que dijo, eligió inscribirse en el programa de la Escuela Secundaria Vocacional de Chicago en Avalon Park, comentó que era una clase fácil que implicaba desafíos de ejercicio, competencias de equipo de entrenamiento y el uso de uniformes militares una vez por semana. La clase también contó con discusiones sobre el cuidado personal, cómo tratar con el trastorno de estrés postraumático y otros problemas mentales y de comportamiento.

A través del JROTC, Gordon también marchó en desfiles, asistió a banquetes y ayudó a empaquetar artículos de tocador y comida para aquellos que no tienen hogar.

“Tenía un comportamiento muy, muy malo y con ellos, que eran muy comprensivos y estrictos, aprendí a controlar mi actitud”, dijo Gordon, quien se graduó en 2018.

A la ex compañera de clase de Gordon, Nakaya Timberlake, también le gustó el programa, que imita a una jerarquía militar. Los estudiantes comienzan como un “cadete privado” y pueden avanzar hasta el rango más alto de “cadete teniente coronel”.

Timberlake recordó que cuando fue ascendida a un rango superior, se sintió “en la cima del mundo”, dijo.

Amir Newell, estudiante de primer año de King, dijo que primero estaba molesto cuando se inscribió automáticamente en el JROTC. Tenía muchas ganas de elegir sus propias clases.

Pero la clase le pareció bien, compartió. 

En las últimas semanas, los estudiantes han estudiado finanzas personales, lecciones de comunicación, actividades de fijación de metas e incluso, tiro con arco.

Aún así Newell agregó: “Prefiero tener educación física”.

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