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Vence obstáculos, el empeño de Chicago en comprar computadoras para el aprendizaje por remoto. Nuevos retos para este otoño.

By INN Amplify | September 4, 2020

Los distritos de Illinois enfrentan inminentes costos tecnológicos, inseguridad fiscal.

Este artículo, publicado originalmente en inglés por Better Government Association y Chalkbeat Chicago, está disponible en español gracias al proyecto “Traduciendo las noticias de Chicago”, del Instituto de Noticias Sin Fines de Lucro (INN).

Por Mila Koumpilova y Kiannah Sepeda-Miller

La pandemia del coronavirus paralizó la empresa de Mark Aistrope, dedicada a alquilar tecnología para conferencias de negocios.

Fue entonces que él vio una oportunidad: Su compañía poseía una verdadera flota de laptops y Ipads justo cuando el distrito escolar de Chicago necesitaba miles de estos dispositivos debido al abrupto cambio causado en el aprendizaje vía internet por el brote epidémico.

Aistrope, director ejecutivo (CEO) de Meeting Tomorrow, con base en Chicago, y además contribuyente a la campaña de la alcaldesa Lori Lightfoot, a quien contactó en marzo pasado. Al día siguiente, Aistrope dijo haber estado en una videoconferencia con altos funcionarios del distrito escolar de Chicago – paso previo antes de cerrar una venta, por $1.6 millones de dólares, de laptops y modelos viejos de iPads, todos de uso.

Al igual que otros distritos de Illinois y de toda la nación, Chicago se enfocó en rápidamente consolidar su arsenal tecnológico bajo difíciles circunstancias. Al hacerlo, se tropezó con problemas de suministro, disparidades bien marcadas en cuanto al acceso a banda ancha (broadband) en la ciudad y con un inventario de dispositivos ya obsoletos incluso antes de la pandemia. A un costo de $30 millones en julio, la persistencia de Chicago en adquirir tecnología para los estudiantes fue una hazaña típica de Hércules; el distrito contactó proveedores ya establecidos por largo tiempo y obtuvo así precios razonables.

Pero un análisis hecho por Chalkbeat Chicago y la Asociación Better Government, sobre las órdenes de compra en la primavera y el verano – así como entrevistas con expertos en tecnología, líderes distritales y familias – muestra que el distrito puso órdenes de compra de dispositivos posterior a otros distritos de Illinois; esto dejó a varias familias batallando con dispositivos más lentos o de mal funcionamiento, y en el caso de Meeting Tomorrow la compra concluyó con dispositivos viejos y usados.

Debido al empuje, casi de la noche al día, de los ejes tecnológicos, Chicago y otros distritos escolares del estado ahora enfrentan gastos y responsabilidades – que van desde reparar equipos dañados hasta entrenamiento de maestros – en momentos en que el país parece estar suspendido en una incertidumbre financiera. La tarea presenta una nueva y mayor prueba a superar ya que en el 2020 los llamados Chromebooks y los iPads se han convertido en algo tan necesario como los mismos libros de texto, según Janice Jackson, funcionaria escolar de Chicago.

“La forma en que manejamos IT (Instructional Technology) en los distritos escolares es inmadura”, dijo Douglas Levin, presidente de EdTech Strategies, consultora de distritos. “Cuando tenemos dinero, salimos a comprar las herramientas que queremos. Pero los distritos pueden carecer de los recursos necesarios para estas compras”.

Los líderes escolares de Chicago dicen estar orgullosos de la respuesta del distrito a la pandemia – y preparados para un comienzo completamente virtual en el nuevo curso escolar.

“EL COVID-19 nos creó algo solo comparable a una tormenta perfecta”, afirmó Phillip DiBartolo, Jefe de la Oficina de Información de Chicago, y añadió que “al final de cuentas, yo estaba perfectamente satisfecho con el esfuerzo y el nivel de coordinación realizados”.

NO QUEDÓ PIEDRA SIN VIRAR

Mientras que Chicago se crecía ante una mayor demanda de dispositivos la pasada primavera, el distrito se volcó hacia dos “pesos pesados” con los cuales había firmado contratos multimillonarios y forjado relaciones en años recientes: Apple y CDW-G, empresas intermediarias para laptops marca Dell y los Chromebooks.

“Ellos movieron cielo y tierra para asegurar que el CPS – Escuelas Públicas de Chicago – tuviera todo lo que necesitaba lo antes posible, a pesar de una apretada cadena de suministros, y para que nuestros estudiantes pudieran enrolarse en el aprendizaje vía remoto”, dijo DiBartolo

Estos dos vendedores adquirieron la mayor parte de las negociaciones de Chicago en la primavera, con $13.6 millones para CDW-G y $5.8 millones para Apple. En resumen, el distrito logró buenas ofertas en tabletas y laptops; según varios expertos en tecnología.

Peo el distrito también puso sus ojos en una tercera compañía con la que nunca había trabajado: Meeting Tomorrow de Ainstrope. Antes de la pandemia, esta empresa – que ya había alquilado equipos para conferencias y otros eventos – le vendió al distrito un surtido de dispositivos de segunda mano: iPads de dos y tres años de manufactura; un modelo de iPad por Aire, descontinuado desde hacía tres años; así como ThinkPads  Lenovo y laptops marca Dell.

El distrito nunca obtuvo grandes descuentos. Por ejemplo, pagó $300 por iPads del 2017, un poco más que lo que el distrito le pagó a Apple por el mismo tipo de dispositivo, pero nuevos. Los modelos viejos de iPads venían con capacidad para servicio celular, pero no valía la pena pagar un precio más alto sin tener a cambio un plan de información o data, dijeron los expertos.

Algunos de estos especialistas dijeron que la mezcla de dispositivos y modelos complica el mantenimiento y selección de los softwares (programas). Los modelos más viejos están más cerca de terminar su ciclo de vida y menos propensos a actualizar sus programas, asimismo algunos de los laptops vinieron con memoria limitada por lo que requerirían actualizaciones, tarde o temprano.

“¿Por qué comprarían artefactos viejos y lentos?”, preguntó Richard Culatta de la organización no-lucrativa Sociedad Internacional para Tecnología en la Educación. “Necesitarían tener una razón lógica para tomar tal decisión, de otra manera, yo esperaría a ver los modelos más nuevos y no tanta diversidad”.

Pero otro experto, Hal Friedlander, líder del consorcio no-lucrativo Tecnología para la Educación y antiguo jefe de la Oficina de Información de las Escuelas Públicas de la Ciudad de Nueva York, dijo que ‘los dispositivos viejos debían satisfacer las necesidades estudiantiles y que el acuerdo lucía como una vía para sortear las dificultades de abastecimiento’.

En una entrevista, DiBartolo no discutió el acuerdo con Meeting Tomorrow – el cuarto vendedor más grande del distrito la primavera pasada – aduciendo que él y su empleomanía habían hablado con una “letanía” de vendedores ansiosos de negociar con el distrito.

“Nuestro enfoque fue no dejar ni una sola piedra sin virar y hablar con cualquiera que tuviera un producto razonable a un precio razonable”, dijo DiBartolo

El distrito no proveyó un contrato con la compañía o respuesta a una lista de preguntas acerca de la compra.

Pero en una entrevista, Aistrope dijo – después de enterarse que el distrito necesitaba tecnología – que él había contactado a Samir Mayekar, asistente del alcalde para desarrollo económico y vecindad. Aistrope dijo haberse reunido con Mayekar el pasado otoño cuando él buscaba involucrarse en la iniciativa municipal de inversión Invest South/West, un consorcio público-privado dirigido a revitalizar partes de Chicago históricamente abandonadas.

Mayekar refirió la petición de Aistrope a Sybil Madison, asistente alcaldicia para la educación, quien a su vez la refirió al distrito escolar. Al día siguiente, Aistrope dijo que estaba en una conferencia telefónica, promoviendo sus dispositivos a DiBartolo y al Director de Operaciones, Arnaldo Rivera.

Aistrope dijo que los dispositivos vendidos al distrito, que el creyó era para Escuelas “Charter”, estaban en “excelentes condiciones” y que su compañía cobró precios razonables “en medio de un mercado enloquecido”. La compra también mantuvo a flote su empresa evitando la posibilidad de despidos; Aistrope dijo que alquilar y vender dispositivos al distrito escolar y a recintos universitarios había equilibrado el grueso de sus finanzas.

En el 2019, Aistrope contribuyó con casi $30,000 en efectivo y generosas donaciones para la elección alcaldicia de Lightfoot, según muestran los récords de campaña. Él reconoció que podría parecer como si su contribución ayudó a asegurar un contrato con el distrito, pero aseguró que ese no era el caso.

“Obviamente, alguien podría decir eso fuera de contexto”, dijo. “No es mi intención y si alguna vez pensara que eso mancharía algo, nunca lo habría hecho”.

Añadió que cuando él hizo contribuciones a la campaña de Lightfoot, nunca intentó hacer negocio con la municipalidad.

“Lo hicimos para ayudar”, afirmó.

Mayekar dijo que sólo habló una vez con Aistrope – acerca de Invest South/West – previo a la solicitud de Aistrope en la primavera y dijo ignorar que Aistrope contribuyera a la campaña de Lightfoot.

“Yo conecto gente y constituyentes que vienen a nuestra oficina. Los ayudamos a hacer las conexiones necesarias independientemente de quienes sean los que se nos acercan”, dijo Mayekar. “Cuando él ofreció asistirnos, como lo hace mucha gente cada semana, lo puse en contacto con la gente que están buscando productos, servicios y donaciones”.

UNA PRIMERA RONDA DE ÓRDENES DE COMPRA, LUEGO UNA SEGUNDA

Chicago puso grandes órdenes de compra de dispositivos en la primera semana de abril. Más tarde ese mes, después que el distrito se percató que la necesidad era mayor de lo esperado, compró miles de computadoras adicionales, incluyendo dispositivos de Meeting Tomorrow.

DiBartolo dijo que los proveedores aceleraron dichas máquinas hacia el distrito. La mayoría de las más de 50,000 computadores que el distrito compró se demoraron de 6 a 8 semanas en llegar, es decir durante la segunda mitad de abril y la primera de mayo, “con alguna que otra extensión después de esa fecha” – esta última cronología significó que algunos estudiantes las recibieron solo semanas antes de concluir el curso escolar a mediados de junio”.

Otros distritos de Illinois actuaron más rápidamente.

Elgin, un distrito de 37,400 estudiantes en los suburbios al noroeste de Chicago, puso una orden de casi 4,000 Chromebooks el 17 de marzo, justo el día que cerraron las escuelas en Illinois. Rockford, un distrito con 28,200 estudiantes en el norte de Illinois, tenía suficientes computadoras en inventario para aquellos que carecían de una. Pero el 3 de abril, el distrito compró 18,450 iPads y Chromebooks nuevos pudiendo así retirar los modelos viejos y remplazar algunos que estaban rentados. Ambos distritos obtuvieron los materiales en cuatro semanas.

En Chicago, DiBartolo señaló que el distrito no necesitaba esperar por los encargos: Se comenzó a distribuir el inventario existente de unos 65,000 dispositivos, algunos de los cuales fueron adquiridos por el distrito para el 2024; el propósito era dar una computadora a cada uno de sus 300,000 alumnos. A nivel local, dijo Elaine Allenworth del Consorcio de Investigación Escolar de Chicago, las escuelas consideraron valores diferentes en cuanto a adquirir computadoras antes de la pandemia, pero terminaron con un inventario irregular de dispositivos y con algunos recintos invirtiendo en tecnología mientras otros se quedaban atrás.

Algunos alumnos y padres dijeron que los modelos viejos de computadoras distribuidos en Chicago no se ajustaban precisamente al aprendizaje virtual, en parte, debido al desgaste causado por estudiantes previos.

Según estudiantes, la lenta velocidad de los Chromebooks más viejos hacía muy difícil la transmisión en vivo de las clases y la ‘subida’ (upload) de tareas al sistema. Un padre dijo que dos de los cuatro dispositivos otorgados por la escuela mostraban malfuncionamiento en cámaras y micrófonos, otro dijo que el teclado estaba roto.

Esmeralda DeLaGarza, estudiante de 2do año en la secundaria Solorio Academy, en el área suroeste de la ciudad, recibió un Chromebook, modelo del 2012. Ella dijo que solo podía ver clases de video por su celular y que únicamente podía tener una lengüeta o tab abierto a la vez en el Chromebook.

“Muchos estudiantes en mi escuela decían que estos dispositivos eran una basura”, dijo DeLaGarza. “Para mí era una gran suerte tener al menos un dispositivo”.

El distrito abrió un nuevo buró para asistir a familias que experimentaban una abrupta transición hacia la enseñanza por remoto. Tracy Occomy Crowder, director asistente del grupo comunitario “Organizing and Family Issues”, que aboga por los padres, dijo que en el estado había familias batallando con la tecnología. A veces no sabían si pedir o no ayuda – al distrito o a las escuelas – y ansiaban tener más orientación sobre como ayudar a sus hijos con el aprendizaje vía internet.

“Los padres han sabido estar a la altura de la situación. Pero todo no debe recaer sobre ellos”, dijo Tracy.

DiBartolo afirmó que el inventario de dispositivos del distrito, previo a la pandemia, “satisfacía perfectamente las necesidades”, pero el distrito está localizando a aquellos estudiantes que recibieron dispositivos ya obsoletos para remplazárselos antes del comienzo del nuevo curso escolar.

“Me sentí orgulloso de nuestros directores de escuelas por crecerse ante las dificultades y hacer todo lo posible para que nuestros estudiantes tuvieran los equipos adecuados en sus hogares”, dijo DiBartolo.

La transición a la enseñanza por remoto retó a los equipos tecnológicos en muchos distritos, incluyendo algunos que tenían más arsenales tecnológicos que Chicago.

Antes de la pandemia, Springfield se acercaba a la meta de tener un dispositivo para cada uno de sus 13,000 estudiantes, pero todavía no había invertido en una plataforma para manejar el aprendizaje vía internet. Después del cambio al aprendizaje por remoto, padres y estudiantes comenzaron repentinamente a recibir – durante el día escolar y a través de múltiples plataformas – correos electrónicos y mensajes de diferentes maestros, dijo Jennifer Gill, superintendente de Springfield.

El distrito pagó $72,000 para desplegar una plataforma llamada ‘Canvas’ la cual permite a los maestros implementar aulas para clases por remoto. El uso de este programa no era obligatorio en la primavera, pero algunos expertos dijeron que eso sería una transición extremadamente desafiante en medio de la pandemia. Aaron Graves, presidente de la Asociación para la Educación, en Springfield, dijo que muchos maestros con poco conocimiento tecnológico han tenido que batallar con esto.

“Mientras que tratan de descifrar como hacerlo bien, la tensión aumenta en ellos”, dijo Graves

GASTOS INMINENTES

Comprar dispositivos y accesorios en el clímax de la pandemia fue apenas un primer paso – una especie de grieta inicial por enfocarse más en las brechas de acceso tecnológico en lugar de buscar una solución permanente.

En Chicago, los sindicatos de maestros, entre otros, criticaron el distrito escolar por demorarse con un plan exhaustivo para resolver dichas brechas. Finalmente, la ciudad develó una iniciativa para proveer internet gratuitamente a 100,000 después del fin de curso.

DiBartolo dijo que Chicago, que trajo 12,000 Chromebooks adicionales y 4,000 iPads en julio, se encamina hacia el otoño en una sólida posición. El distrito ofreció entrenamiento de aprendizaje digital para maestros este verano y recientemente anunció una donación de la empresa aérea Boeing, por $1.5 millones, destinada a comprar computadoras y auriculares para alumnos y maestros. Cualquier estudiante que necesite computadora este otoño tendrá una, ha prometido el distrito.

Expertos dicen que los distritos deben trabajar fuertemente en sus planes estratégicos para expandir drásticamente sus inventarios de dispositivos. Ellos deben poner esfuerzo y dinero para el mantenimiento y reparación de computadoras, entrenamiento de educadores, selección de contenido digital de alta calidad, y mucho más.

“En marzo, todos corrieron a comprar dispositivos y hacerlos llegar a los muchachos”, dijo Friedlander. “Estuvimos realmente sorprendidos. Ahora ya sabemos. ¿Cómo se están adaptando los distritos?”

Ese tipo de planeamiento a largo plazo podría ser algo difícil mientras los problemas de suministros tecnológicos sigan sin disminuir.

Para complicar las cosas en Chicago y otros distritos, las presiones financieras inminentes están provocadas por la pandemia. Funcionarios de muchos distritos en Illinois contaban con un paquete inicial de estímulo federal aprobado en la primavera pasada para recuperar gastos en tecnología, sin embargo, carecen de recursos para cubrir gastos actuales de propiedad.

Chicago confía en la infusión de un segundo paquete de estímulo federal por $343 millones para balancear su presupuesto 2020-2021, pero en el congreso ha quedado en suspenso la discusión del tema.

El intento de Illinois de rectificar la histórica falta de fondos a escuelas fue interrumpido por la pandemia, dejando a sus distritos por el suelo para el año siguiente.

Rockford está trazando un plan multi anual de ahorro, en caso de otra ronda de gastos, para cuando haya que remplazar los dispositivos comprados este año. El plan no cuenta con más ayuda federal, pero confía en un aumento de fondos estatales en el futuro.

Los gastos de mantenimiento y remplazo presentarán un reto para los distritos del estado.

“El temor es que, cuando estas tendencias envejezcan… ¿entonces qué?”, dijo Carla Eman, directora de Presupuestos y Conformidad para las Escuelas Públicas de Peoria, refiriéndose a la versión HP de un Chromebook que el distrito compró en grandes cantidades en junio. “No sé. Tendremos que ver sobre la marcha cómo vamos a resolver”.

Traducido por Pablo N. Perdomo

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